La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, advirtió al presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, que aunque la mayoría del pueblo guatemalteco se resiste a migrar por vías irregulares al exterior, termina «huyendo» por miedo o porque «no puede satisfacer sus necesidades básicas». Harris instó a los potenciales migrantes centroamericanos a que «no vengan» a suelo estadounidense, porque Estados Unidos «continuará aplicando nuestras leyes y asegurando las fronteras. Si llegan a la frontera [sur con México] serán enviados de vuelta». Harris dijo a Giammattei que los guatemaltecos «se van» sin visa y por rutas ilícitas, porque «están huyendo de la posibilidad de sufrir daños o sencillamente no pueden cubrir sus necesidades básicas si se quedan en su lugar de origen. No pueden satisfacer las necesidades propias de criar a sus hijos quedándose en el lugar al que pertenecen».
Al puntualizar que la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos dependen «de lo que ocurre en el extranjero», recalcó que el «interés colectivo» de la Casa Blanca es que «trabajemos juntos en la búsqueda de soluciones a problemas de larga data, que se basan en causas fundamentales y que se han manifestado bajo la forma de factores graves (…) Nos cabe una responsabilidad de interactuar, cooperar y trabajar con nuestros aliados y nuestros amigos de todo el mundo». Giammattei admitió que «nos hace falta crear (…) en la mente de los guatemaltecos esa posibilidad de generar la esperanza de que es aquí en donde tienen que luchar por construir el país y no luchar por arriesgar su vida a ir a otros países». Tras alertar que Guatemala «todavía» es país de oportunidades, ratificó su voluntad de laborar con Estados Unidos «como socios, con objetivos comunes», contra el narco, la migración irregular y la corrupción, «y la necesidad de construir muros de prosperidad en los departamentos estados cerca la frontera con México».
Al considerar imprescindible proteger el «bono demográfico», que son «los jóvenes que se nos quieren ir», insistió en que urge generar en Guatemala «las condiciones para que puedan encontrar aquí la esperanza que hoy no tienen, producto de muchos años de atraso en tratar de hacer una transformación económica». Harris se reunió este lunes en Guatemala, por separado, con delegados de la sociedad civil, que mantienen una puja por evitar que la asistencia prevista por 4 mil millones de dólares de Washington al Triángulo Norte de Centroamérica, para contener la migración irregular, sea desviada a negocios de la corrupción regional.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó que, tras dialogar con Giammattei, la vicepresidenta anunció la creación con Guatemala de equipos bilaterales de trabajo contra la corrupción y la trata y el tráfico de personas. También reportó préstamos y donaciones por 88 millones de dólares para mujeres jóvenes, apoyo a emprendedores, agroindustrias y para las Pymes, y proyectos de vivienda. Procedente de Washington, Harris llegó la noche del domingo a la capital guatemalteca y este lunes en la mañana se entrevistó con Giammattei en la sede de la Presidencia, en una ronda de reuniones por separado con el gobierno y con representantes de la sociedad civil o de organizaciones no gubernamentales de ese país.
En un panorama de creciente inseguridad y violencia, marginación socioeconómica, desempleo, corrupción e impunidad, Guatemala, Honduras y El Salvador son una de las fuentes masivas de la incesante migración irregular a México y Estados Unidos. En su primera gira a América Latina y el Caribe desde que Biden asumió la presidencia, Harris viajó la noche de este lunes a la capital mexicana, donde este lunes se reúne con el presidente Andrés Manuel López Obrador para proseguir las negociaciones sobre migración, corrupción y democracia, y retornar el miércoles a Washington.