La justicia venezolana juzgará a los dos estadounidenses detenidos presuntamente tras una fallida incursión por mar al país, dijo este miércoles el presidente Nicolás Maduro, mientras que Washington advirtió que usará todas las opciones para repatriarlos.
Luke Alexander Denman, de 34 años, y Airan Berry, de 41, «están convictos, confesos, capturados in fraganti y ya están siendo juzgados por la Fiscalía General de la República y los tribunales civiles de Venezuela», comentó Maduro a periodistas durante una videoconferencia.
«El proceso será con plenas garantías y será justo», agregó el mandatario, remarcando que los estadounidenses, detenidos el lunes en el pueblo costero de Chuao, estado Aragua (norte), un día después de la fallida incursión, «están siendo bien tratados, con respeto».
«Han confesado su culpa, han violado la ley internacional, han violado la ley de Venezuela, están en manos de la justicia y nosotros garantizaremos que se haga justicia en este caso con estos dos estadounidenses y con el resto de los mercenarios; y que salga a flote la verdad», afirmó Maduro.
Washington, que había considerado el martes las denuncias como un «melodrama» y una «gran campaña de desinformación» por parte de Caracas, advirtió este miércoles que usará todas las opciones a su disposición para repatriar a los dos estadounidenses.
«Si el régimen de Maduro decide retenerlos, utilizaremos todas las herramientas que tengamos disponibles para tratar de traerlos de regreso», dijo a periodistas el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
En tanto Rusia, uno de los principales aliados de Maduro junto a China, aseguró este miércoles que el desmentido estadounidense «no es convincente».
«La afirmación de Washington según la cual el gobierno estadounidense no tiene nada que ver con lo que pasó en Venezuela estos últimos días no parece convincente», declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso mediante un comunicado.
Se ha arrestado a una veintena de «mercenarios», varios de ellos militares venezolanos disidentes, tras una «invasión» por mar frustrada el 3 y 4 de mayo en las poblaciones costeras de Macuto y Chuao, en el norte de Venezuela.