Después de cautivar a los habitantes de Zacatecas, y de sorprender a los residentes de Cancún, el cometa Neowise continuó su camino por el exterior de la órbita terrestre, y se dejó ver este fin de semana en el cielo de San Carlos y Hermosillo en Sonora, y también en algunos puntos de Nuevo León o Chihuahua, donde los observadores disfrutaron del espectáculo sin necesidad de utilizar binoculares.
El cuerpo celeste, denominado C/2020 F3 NEOWISE, fue captado por primera vez el pasado 27 de marzo por el telescopio espacial infrarrojo Neowise de la NASA.
“En las imágenes del descubrimiento, apareció como un punto brillante y difuso que se movía por el cielo, incluso cuando todavía estaba bastante lejos”, explicó Amy Mainzer, investigadora principal de NEOWISE en la Universidad de Arizona. “Tan pronto como vimos lo cerca que estaría del Sol, teníamos la esperanza de que presentaría un buen espectáculo”, agregó.
El pronóstico de los expertos se cumplió, y en las últimas semanas el fenómeno dejó postales mágicas en diferentes puntos del globo. Su gran exhibición, se debe en parte a que es el cometa más brillante de los últimos años, con una luminosidad superior a la de los seis anteriores.
Unos tres meses después del hallazgo, el 3 de julio, Neowise cruzó la órbita de Mercurio y alcanzó el perihelio, es decir, el punto de su órbita más cercano al sol. Su proximidad a nuestra estrella hizo que se quemaran el polvo y el gas de la superficie del cometa, creando una enorme cola de escombros, que hace que este sea aún más visible desde la Tierra.
Según los científicos de la agencia espacial, el cuerpo celeste mide unos cinco kilómetros de ancho, e inició su viaje en las partes más lejanas de nuestro sistema solar.
Además, de acuerdo a los científicos, el avistamiento de Neowise desde la Tierra es una experiencia que viviremos solamente una vez en la vida. Ya que tras su visita, el período de su órbita aumentará, y no volverá a pasar cerca de nuestro planeta hasta dentro de 4,500 o 6,800 años.
Sin embargo, si aún no has podido ser testigo de este gran espectáculo, no pierdas la esperanza. En México, podrá verse hasta principios de agosto, momento en el que el cuerpo celeste emprenderá su camino de regreso hacia las partes más externas y desconocidas de nuestro sistema solar.