Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), compartió un video donde informó que es ilegal que tu pareja revise tu celular.
El titular explicó en el clip que además de que no deben revisarte el dispositivo móvil, las parejas tampoco pueden ordenarte cómo vestir, qué tomar o a dónde puedes ir.
Indicó que todo esto no solo es una clara violación a los derechos constitucionales, sino que es el inicio de la violencia de género.
‘Tu pareja no te puede revisar tu celular, tampoco te puede ordenar cómo vistas, qué puedes tomar, a dónde puedes ir; no sólo son derechos constitucionales sino que su violación puede ser el inicio de violencia de género’, destacó el ministro presidente de la SCJN.
Derecho de las comunicaciones privadas
La Suprema Corte prohibió revisar o apoderarse de correos electrónicos o cualquier otra comunicación privada ajena, sin autorización judicial o del titular de la cuenta.
El fallo emitido por la Corte en mayo de 2019 se dio luego de que un hombre, ante un juicio de divorcio, presentó como prueba de una supuesta infidelidad un total de 300 correos de su pareja.
Dichas pruebas fueron declinadas ya que, según la SCJN, violaban el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual en sus párrafos decimosegundo y decimotercero hace referencia a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas.
El ministro Arturo Zaldívar determinó que el derecho a las comunicaciones privadas es extensivo a las plataformas tecnológicas, entre las que se encuentran los mensajes de texto, mensajes de Whatsapp, Facebook, Twitter, Messenger, Instagram, Telegram, Hotmail, Gmail, etc.
‘Para salvaguardar el derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas, se determinó que está prohibido grabar, almacenar, leer o registrar, sin el consentimiento de los interlocutores, una comunicación ajena’, especificó la SCJN.
La Corte explicó que aunque se trate de cónyuges o miembros de una misma familia, las personas no deben de renunciar a sus derechos fundamentales, ni a su dignidad, por lo que se continúa manteniendo la protección a su comunicación privada.