El sector restaurantero de Nuevo León lanzó un SOS, pues las medidas de restricción derivadas de la pandemia por el Covid-19 ya han provocado el cierre de al menos 5,000 establecimientos en la entidad, los cuales no han tenido de otra que bajar las cortinas al no contar con recursos para sobrevivir.
Durante una videoconferencia con representantes de diversos establecimientos de este giro, Jorge Moeller, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el estado, dijo que ante esta situación y como una forma de ayudar a que los negocios se mantengan con vida, solicitarán a las autoridades un permiso para abrir su área de comedor los sábados y domingos, pues estos son sus días «más fuertes» de venta.
Se trataría más bien de una catafixia, ya que sugieren que sean lunes y martes los días que no se abra al público y que se opere solo a través de pedidos por teléfono, aplicaciones móviles y para llevar.
De igual manera pidieron que se les permita cerrar sus cocinas a por lo menos las 11 o 12 de la noche, ya que han observado que mucha gente ha dejado de ir a consumir a los restaurante debido a que ya solo se les atiende hasta las 9 de la noche y se cierran las puertas a las 10 en punto, explicó.
«Está muy difícil la situación, esto ya nos está sobrepasando,no podemos tomar decisiones a corto plazo, mucho menos a mediano o largo plazo.
Traemos una propuesta que en lugar de sábados y domingos cerremos lunes y martes, ya que sábado y domingo como está ahorita nos quita más del 50% de la venta de la semana, es alarmante», comentó Moeller
Paralelo a ello destacó que es necesario que se apoye a la industria restaurantera local, la cual ha hecho diversos esfuerzos para mantenerse en operación, entre los que se encuentran la implementación del proyecto «Mesa Segura».
Cabe mencionar que en esta sesión informativa estuve presente el director general de la Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León, Miguel Ángel Cantú, quien se mostró receptivo a las peticiones hechas por los integrantes del gremio restaurantero.