El pequeño Isaías Misael, de origen hondureño, pero que ahora está en Nuevo León, no tendrá en esta Navidad un pino con regalos, ni siquiera despertará bajo un techo, pues pasará estos días sentado junto a sus padres en la banqueta afuera de un albergue de la ciudad de Monterrey.
Como él, miles de migrantes e indigentes van a pasar estos días de onda gélida y temperaturas menores a los cero grados, a la intemperie, algunos en las calles de la urbe regia y otros debajo de algún puente vehicular.
Josué Misael y su esposa Roberta, padres de Isaías, de a penas un año de edad, salieron de Honduras para cumplir el sueño americano; sin embargo, se encuentran estancados en la ciudad, y por desgracia la Navidad la tendrán que pasar sentados en el suelo afuera de Casa Indi (refugio para personas sin hogar y migrantes), en el municipio de Monterrey, pues no alcanzaron lugar dentro del albergue.
Ayudar a personas como ellos es una de las oportunidades que tenemos en esta Navidad, consideraron tanto la organización Casa Indi y Casa Monarca.
El joven Josué Misael y su familia provenientes de Honduras y han tenido complicaciones con el clima de Monterrey, ya que no están acostumbrados a temperaturas de un dígito.
Para resguardarse, el padre de familia señaló que sólo tienen seis cobijas, de las cuales colocan cuatro en el suelo y dos para taparse.
Además, señaló que su bebé ya se ha enfermado en diversas ocasiones, pero reconoció que personas se han solidarizado con él y le han brindado ayuda.
“Pues es un poco triste verdad? Porque estamos lejos de nuestra familia, porque son épocas donde uno la pasa acompañado con sus seres queridos y pues nos tocó estar aquí en este camino, ¿verdad? Ya Dios sabe por qué lo hace. Y pues primeramente Dios, pues no sabemos cómo lo vamos a pasar, porque igual aquí estamos batallando día a día”, dijo Josué.
Isaías Misael, es el integrante más pequeño de esta familia y su primera Navidad la pasará en el frío, sin comida y sin un regalo que abrir.
Por último, el señor Josué desconoce cómo y en donde pasarán no sólo la Navidad, sino el resto de su vida.
Cabe precisar que de acuerdo a estudios realizados por las autoridades y especialistas, la cantidad de personas que, a finales de 2019, la cantidad de pobres en Nuevo León era 1 millón 099,043 personas, pero para el 2021 subió a 1 millón 425,000 personas. De estos, 130,000 están en pobreza extrema, es decir, sufren tres o más carencias sociales básicas.
Ante esto, activistas y expertos en movilidad social, así como de atención a la pobreza, señalaron que es necesario que sociedad, gobierno, organizaciones y empresas, trabajen desde una política transversal, es decir, que se privilegie los intereses colectivos y las necesidades sociales por encima de los políticos o propios, además unir esfuerzos para que los programas sociales tengan más alcance y sirvan a los que menos tienen.