Francia cerró 22 de sus 62 mil escuelas desde el comienzo de las clases presenciales esta semana por casos de coronavirus.
De los centros afectados, 10 estaban en la isla de Reunión, en el Océano Índico, donde el acceso a la atención sanitaria es más precario que en territorio continental francés y el número de pacientes de COVID-19 ingresados en hospitales se ha disparado en las últimas semanas.
En total, los colegios franceses han reportado alrededor de 250 presuntos casos de coronavirus al día desde que se reanudaron las clases el martes, dijo el ministro de Educación, Jean Blanquer, a la emisora de radio Europe-1.
No todos esos casos fueron positivos, pero una vez que se informa de una sospecha, las escuelas deben seguir un amplio protocolo gubernamental que puede incluir desde mandar a toda un aula a casa para seguir con clases por internet, al cierre del colegio.
La cifra de interrupciones sigue siendo relativamente baja con respecto al número de escuelas en el país, agregó Blanquer.
El gobierno francés, como muchos otros en Europa, ordenó la vuelta a las clases presenciales en todos sus centros educativos esta semana para atajar las desigualdades agravadas por las cuarentenas, y para que los padres regresen al trabajo y reactiven la economía.
Francia registró más de 7 mil nuevos contagios el jueves, el peor dato diario en el continente y un notable incremento desde los pocos cientos que reportaba en mayo y junio, en parte gracias al aumento de las pruebas de detección. Más de 30 mil 700 personas murieron a causa del virus en el país.