La polémica ciclovía de San Pedro, defendida hasta sus últimos días por el alcalde Miguel Treviño, violenta múltiples leyes de movilidad y puso en peligro la vida de ciclistas, advierten estudios especializados.
Desde 2022 el Laboratorio de Espacio Público en México (Lepmx), y el reconocido consultor en seguridad vial Francisco de Anda Orellana, detectaron irregularidades en el diseño y la funcionalidad de la obra.
Son al menos 17 anomalías u omisiones encontradas en análisis de campo, y que implican violaciones a 11 disposiciones legales.
Entre las observaciones se destaca que el terreno sobre el que se construyó la denominada “Vía Libre” no es óptimo para la circulación de los ciclistas debido a tramos de pendiente pronunciada.
Como ejemplo, de Anda Orellana expone el riesgo de la bajada frente al centro comercial Nativa, con una inclinación del 6 % a lo largo de 150 metros, y donde los usuarios pueden alcanzar velocidades de más de 55 kilómetros por hora.
La pendiente dictamina el estudio, se sale de lo máximo recomendado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés).
El peligroso tramo no es el único que representa un riesgo, pues en el análisis de Lepmx se halló que en nueve de las 25 intersecciones viales de la obra no existen condiciones que garanticen el bienestar de los usuarios.
Los cruces con Prolongación Padre Mier, Santa Bárbara, Neil Armstrong, Montefalco, Jardines Coloniales, Olimpiadas, José Calderón, Francisco Naranjo, y Plaza Nativa, son los puntos señalados como focos rojos.
“Se identificaron intersecciones cuyo diseño geométrico, aunado a la operación vehicular que se desarrolla en la Av. Alfonso Reyes, no brindan seguridad preventiva para los cruces ciclistas”, reza el estudio.
Las irregularidades no únicamente impactan a los usuarios de bicicletas, sino que golpean con particularidad a los peatones.
Y es que entre las leyes que incumplió el proyecto se encuentra la de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Nuevo León, que en su artículo 81 estipula dar prioridad al peatón en toda obra de movilidad.
“El proyecto Vía Libre, contrario a lo que publicita, no brindó preferencia de esta jerarquía en la implementación de obras de infraestructura vial”, sentencia el Instituto.
Ejemplos sobran, pues ambos estudios hallaron banquetas obstruidas, incorrecta comunicación entre banquetas, limitada continuidad de trayectos peatonales y aceras en mal estado.
Así mismo, hay una ausencia de elementos que brinden accesibilidad universal en zonas de ascenso y descenso al transporte público.
Las observaciones se suman, e incluyen, las denuncias sobre falta de arbolado o sombra a lo largo de los 4 kilómetros de la pista.