China lanzó su misión a Marte más ambiciosa hasta la fecha, en un audaz intento de sumarse a Estados Unidos como únicos países que aterrizan una nave con éxito en el Planeta Rojo.
La nave Tianwen-1 despegó en un cohete Long March-5 desde la isla de Hainan, una provincia turística al sur de la costa continental china, según medios estatales.
Imágenes en vivo emitidas través de internet mostraban una brillante luz naranja mientras el cohete despegaba hacia el cielo azul. Cientos de aficionados al espacio gritaron de entusiasmo desde una playa al otro lado de la bahía.
Es la segunda misión que sale hacia Marte esta semana, después de que una sonda orbital de Emiratos Árabes Unidos despegara el lunes en un cohete desde Japón. Estados Unidos tiene previsto lanzar la semana que viene Perseverance, su vehículo marciano más sofisticado hasta ahora, dese Cabo Cañaveral, en Florida.
Las misión china, que incluye una sonda orbital y un vehículo, tardará siete meses en llegar a Marte, igual que las otras dos. Si todo va bien, Tianwen-1 o “búsqueda de la verdad celestial”, buscará agua subterránea, si la hay, así como pruebas de posibles formas de vida antiguas.
No es el primer intento de China de llegar a Marte. En 2011, una sonda que acompañaba una misión rusa se perdió cuando la nave no logró salir de la órbita terrestre tras despegar de Kazajistán. Finalmente ardió en la atmósfera.
Esta vez China se organizó por su cuenta. También aceleró su calendario al lanzar la sonda y el vehículo en la misma misión, en lugar de separarlos.
El hermético programa espacial chino ha avanzado deprisa en las últimas décadas. Yang Liwei se convirtió en el primer astronauta chino en 2003, y el año pasado Chang’e-4 fue la primera nave de cualquier país que aterrizó en la cara oculta de la Luna.