La cancelación de un permiso a una planta propiedad de Iberdrola, que daba servicio en Nuevo León, no tiene ningún impacto negativo para los usuarios, los cuales recibirán ahora el servicio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), explicó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la conferencia matutina, el Presidente detalló que el caso de la planta de Iberdrola en Nuevo León fue el fin de una concesión.
“Este es un caso de concesión que se venció y ya no se renovó el permiso, es de los pocos casos, y la CRE (Comisión Reguladora de Energía) ya no renovó el permiso.
“Lo que pasó con las empresas que recibían este servicio (fue) que se trasladaron a la CFE, para suministrarles energía a los mismos precios y no hubo ningún problema”, explicó.
Asimismo, López Obrador indicó que las empresas que recibían el servicio de Iberdrola decidieron negociar con la Comisión.
“Las empresas actuaron muy bien –añadió- porque tenían la posibilidad de presionar en un momento en que se está debatiendo lo de la reforma eléctrica y optaron por llegar a un acuerdo con la CFE, la cual ya estaba preparada para darles el servicio y que no faltara la energía eléctrica”.
Destacó que se trató de un caso excepcional el que la CFE haya recuperado los clientes que tenía la empresa de origen español. “No pueden quebrar estas empresas, sobre todo Iberdrola, porque les dieron mucho.
Lo cierto es que en el caso de Nuevo León es excepcional que la CFE haya recuperado estos clientes. “Entonces, no pasa nada y, en efecto, fueron puros negocios de estas empresas.
Se alegaba que había que darles oportunidad a empresas extranjeras con el argumento de que se incrementaba la inversión foránea, pero no, era el mismo dinero de la banca de desarrollo”.
Añadió que “si con la iniciativa de reforma eléctrica han hecho todo un escándalo y así en otros casos, pues estamos buscando llegar a acuerdos, se logran ahorros. Es lo que llamo yo enderezar entuertos”.