Como si no hubiera suficientes baches, las recientes lluvias trajeron más.
En el municipio de San Nicolás, como en toda la metrópoli, la mala calidad del pavimento se hizo más visible.
En la avenida Diego Díaz de Berlanga, a la altura de la avenida Roberto Espinoza, en territorio nicolaíta, batallan los automovilistas con vialidades cacarizas y cuarteadas.
Ya alzaron la voz.
«Llevo tres llantas que se me han roto los rines, y no es posible que hasta ahorita estén viendo esos problemas, debe ser de inmediato, porque un bache cuánto cuesta, una llanta y cuánto cuesta el rin, cuesta mil pesos el rin», se quejó un automovilista.