A casi dos meses de que iniciaron los trabajos de limpieza en el cauce del Paseo Santa Lucia, este ha recuperado sus aguas cristalinas casi en su totalidad.
Hoy en día se observa el agua limpia, con un fondo color celeste, ya casi sin presencia de lama, además, las fuentes, que estaban dañadas, nuevamente adornan este emblemático sitio de Monterrey.
Algunos fallos en la iluminación han sido corregidos y ahora el olor que se percibe es a limpio, y no a agua estancada, como en el pasado, esto ha hecho que los paseantes se puedan divertir en un entorno pulcro.
Este afluente artificial lucía verdoso y con un olor insoportable debido al descuido de la administración pasada, pero poco a poco va cambiando su aspecto.
El pasado mes de septiembre Artemio Garza, ex presidente del Consejo del Parque Fundidora, justificó el color del cauce con el gasto en productos químicos y la “poca utilidad” del rio.
“El Paseo Santa Lucía luce distinto, no descuidado, pasó de ser una operación no ecológica, se gastaban 12 o 13 millones de pesos de productos químicos, para poder mantenerlo como si fuera una alberca, eso hacía que el agua del canal no se usara para regar y para ningún otro fin”, indico Garza.
El actual director del Parque Fundidora, Jesús Horacio González, desde su nombramiento, hizo constar el descuido que sufrió el Paseo Santa Lucia.
“Había una concepción inicial de que era un río, pero es que no es un río y no queremos que sea un pantano”, admitió el titular.
“Tenía dos pulgadas de lama, tenía mucho tiempo que no se le aplicaba la cantidad suficiente de químicos”, detalló González.
También mencionó que 52 de las bombas utilizadas para este parque estaban fuera de funcionamiento.
El tiempo para poder limpiar y poner en óptimas condiciones este sitio fue de tres meses, aunque hubo un compromiso de reducir el tiempo de limpieza de los 2.4 kilómetros del afluente a tan solo la mitad.
Al día de hoy, el Paseo Santa Lucia comienza a recuperar su esplendor y eso ha caído en el gusto de los regiomontanos y turistas.