Mientras las calles de la urbe regia tienen un respiro en cuanto a tráfico vehicular gracias a las vacaciones de Semana Santa, la que no da tregua es la contaminación pues ayer la calidad del aire estuvo entre “muy mala” a “extremadamente mala” en casi toda la ciudad.
Expertos sostuvieron que esto evidencia que no son los vehículos la principal fuente de contaminación sino posiblemente la industria fija la cual contamina “a toda hora”
El contaminante que detonaron las condiciones de ayer fueron las partículas PM10 y PM2.5 que promediaron concentraciones muy por encima del límite permitido en casi todas las 15 estaciones de monitoreo ambiental.
En el caso de las PM10, el promedio de las 15 estaciones fue 134 microgramos por metro cúbico (ug/m3) cuando el límite permitido es de 50 ug/m3; es decir, estuvo 270% arriba de lo normal considerando que los 50 ug/m3 ya son el 100 por ciento.
En en caso de las PM2.5 la concentración promedio fue de 44 ug/m3 que es 176% arriba del límite tolerado que son 25 ug/m3 considerando que esta última cantidad ya es el 100 por ciento.
Y mientras avenidas como Garza Sada, Lázaro Cárdenas, en Monterrey, y Díaz Ordaz, en Santa Catarina, que suelen estar atestadas de autos a toda hora, ayer lucieron desoladas al tiempo que el cielo regios lucía anegado por la contaminación.
La activista ambiental, Ivonne Bustos, que los altos índices de contaminación se deben a que la industria sigue operando.
Es porque la industria sigue operando, tenemos que ser muy conscientes de que en la zona metropolitana tenemos la refinería, tenemos también fuentes altamente contaminantes y que además también producen contaminantes que son vapores altamente influenciados por materias que hacen un efecto invernadero.
“Tenemos e Iberdrola tenemos plantas de otro tipo como son Alcali, en el poniente de la ciudad donde su principal zona de riesgo es García y Santa Catarina”, apuntó.
Bustos afirmó que esta situación nuevamente confirma lo que ya se había evidenciado desde la pandemia cuando la contaminación seguía a tope a pesar de que las calles estaban desoladas.
“Estuvimos tres meses guardados, no había vehículos en la calle eran demasiado poco lo que circulaban y seguíamos teniendo días muy contaminados, ¿Por qué? porque la industria no paraba”, subrayó.