Una empresa que opera un importante oleoducto en Estados Unidos anunció que se vio obligada a interrumpir temporalmente todas las operaciones de la tubería tras un ataque de hackers.
En un comunicado, Colonial Pipeline explicó que el ataque afectó a algunos de sus sistemas informáticos.
La compañía dijo que contrató a una firma externa de ciberseguridad para que investigue la naturaleza y el alcance del ataque y que también se puso en contacto con agencias policiales y federales.
“Colonial Pipeline está tomando medidas para comprender y resolver este problema”, dijo la compañía en un comunicado el viernes por la noche. “En este momento, nuestro enfoque principal es la restauración segura y eficiente de nuestro servicio y nuestros esfuerzos para volver a la operación normal. Este proceso ya está en marcha y estamos trabajando diligentemente para abordar este asunto y minimizar las interrupciones para nuestros clientes y quienes confían en Colonial Pipeline”.
La compañía —con sede en Alpharetta, Georgia— dijo en su página que opera la tubería de productos refinados más grande de Estados Unidos, al transportar más de 360 millones de litros (100 millones de galones) de combustible al día, principalmente en el sur y este de Estados Unidos.