Una nueva especie de dinosaurio, que murió hace 72 o 73 millones de años, fue identificada por paleontólogos mexicanos en el estado de Coahuila, informaron este jueves instituciones educativas.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicaron en un comunicado que «un colosal dinosaurio herbívoro que murió en lo que debió ser un cuerpo de agua copioso en sedimentos», que lo preservaron, fue recuperado y estudiado hasta determinar que sus restos pertenecían a una nueva especie: Tlatolophus galorum.
El hallazgo, publicado en la revista científica Cretaceous Research, deriva de un proyecto multidisciplinario que en 2013 anunció la recuperación exitosa de la cola articulada de un dinosaurio en la comunidad de Guadalupe Alamitos, municipio de General Cepeda, en la citada entidad.
Los expertos contaron que aunque la prioridad inicial fue «rescatar pronta pero rigurosamente la osamenta, dado que algunas vértebras sobresalían de la superficie y estaban expuestas a la lluvia y la erosión, las pistas estaban dadas».
El especialista, quien es coautor del artículo académico junto con otros cinco investigadores, relató que entre los primeros huesos que encontraron apareció uno muy alargado y con forma de gota que primero creyeron que era parte de la pelvis, aunque posteriormente se dieron cuenta que era la cabeza del animal.
Sin embargo, fue hasta la posterior recolección, limpieza y análisis de otros 34 fragmentos óseos que las piezas embonaron.
Para entonces, los paleontólogos tenían la cresta del dinosaurio, con 1,32 metros de largo, además de otras partes del cráneo: mandíbulas inferiores y superiores, paladar e, incluso, el segmento que se conoce como neurocráneo, donde se alojaba el cerebro.
Alto porcentaje de preservación
Además, los expertos señalaron que dadas las excepcionales condiciones de conservación del cráneo, se preserva casi el 80 por ciento de la estructura ósea, lograron comparar el ejemplar con otras especies de hadrosaurios conocidas en la región, como el Velafrons coahuilensis.
«El examen mostró que la cresta y la nariz eran distintas al Velafrons y más parecidas a lo que se observa en otra tribu de los hadrosaurios: los parasaurolofinos», señaló Felisa Aguilar Arellano, investigadora del Centro INAH Coahuila,
Pero explicó que las diferencias no pararon allí: la cresta del ejemplar, con forma de gota, se oponía, incluso, a la cresta tubular de Parasaurolophus, la especie más conocida de los parasaurolofinos, que habitó en los actuales territorios de Nuevo México y Utah, Estados Unidos, así como en Alberta, Canadá, y que se ha retratado en películas como Parque Jurásico.