A partir del 1 de octubre será obligatorio que alimentos y bebidas tengan el etiquetado de alto contenido calórico, de azúcares, grasas o sodio según sea el caso. Sin embargo, la empresa Coca Cola Femsa promovió un juicio de amparo contra esa ley bajo el argumento de que esta podría repercutir en los negocios.
La compañía dio a conocer que tomaría esta acción porque “no puede asegurar que esta reforma no tendrá un efecto adverso en su negocio y en los resultados de sus operaciones en México”, aseguró en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores
De acuerdo con El Universal, a partir del 30 de noviembre de 2020 aquellos productos etiquetados bajo la norma anterior, NOM-051, ya no estarán permitidos. Sin embargo, esta nueva versión haría que todo el portafolio de la compañía, a excepción del agua, tendría que cumplir con esas normas.
Anteriormente, la empresa promovió otro amparo contra la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos, la cual prohibía el uso, venta y distribución de botellas de resina PET de un solo uso.
A pesar de que dos subsidiarias de la compañía intentaron ampararse con una suspensión provisional, pero esta les fue negada. “La compañía no puede asegurar las acciones legales que tome, tendrán el efecto deseado, o que la reforma no tendrá un impacto material en su negocio y en los resultado de sus operaciones en México”, señaló también en aquel entonces.
El nuevo etiquetado pretende exponer al público de manera explícita el contenido de los productos.