El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó este miércoles a dos mineras canadienses de operar en el país de forma ilegal y advirtió con retirarles las concesiones si no corrigen su funcionamiento. «Ojalá nos ayude el Gobierno de Canadá, de lo contrario vamos a actuar legalmente», expresó el mandatario del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
En concreto, el presidente señaló a la mina de Cosalá (Sonora), operada por la canadiense Americas Gold And Silver, donde los trabajadores escogieron a un sindicato «pero como no es del agrado de la empresa, esta no quiere iniciar actividades».
A raíz de este conflicto, López Obrador pidió al secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que «hable con el Gobierno de Canadá y que explique esta situación».
«No se vaya a entender como una amenaza o advertencia, pero si no se respeta la legalidad, el Gobierno puede revocar la concesión y no van a faltar empresas que quieran, de acuerdo la ley, llevar a cabo los trabajos en la mina», dijo el presidente.
La libertad sindical fue una de las bases de la reforma laboral impulsada por México para poder suscribir el nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde julio del pasado año. López Obrador también criticó que en la mina de Tayolitita (Durango), la canadiense First Majestic «no quiere pagar impuestos» y está buscando instancias internacionales para evitarlo.
«Hacemos un llamado a las autoridades canadienses para que nos ayuden para que estas empresas hagan lo mismo que en Canadá, que paguen impuestos, que traten bien a los trabajadores y que protejan el medioambiente como en Canadá», dijo el presidente.
First Majestic solicitó el pasado 2 de marzo la intervención del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial para resolver la disputa que mantiene con el Gobierno de México por el pago de impuestos.
La empresa sostiene que el Gobierno mexicano le ha solicitado 132,1 millones de dólares en impuestos atrasados de 2013, lo que, a su juicio, «supera con mucho los ingresos netos anuales auditados antes de impuestos».