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Con un campus vacío del Tec de Monterrey, honrarán memoria de alumnos asesinados por militares

Debido a la pandemia del COVID-19, el campus del Tecnológico de Monterrey prácticamente luce vació desde hace más de un año. Sin embargo, el clamor estudiantil por el artero homicidio de los jóvenes Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, a manos de soldados del Ejército Mexicano, se escuchará y sonará fuerte en las redes sociales.

A 11 años de esa ejecución cometida de manera injustificada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, el colectivo “Todos Somos Jorge y Javier” en Facebook, convoca a la comunidad estudiantil a ejercer con su imaginación y creatividad, un proyecto en alusión en memoria de los fallecidos, denunciando a la par la impunidad que se vive en México.

El objetivo principal de la dinámica es recordarlos como los estudiantes ejemplares que fueron, para seguir limpiando su nombre y reivindicando su identidad después de que el Estado los ejecutara, desapareciera y les hiciera pasar por dos sicarios “armados hasta los dientes”, se explica en la primera parte de la convocatoria.

En marzo del 2020, al cumplirse la primera década del doble crimen, el campus principal del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, se ordenó la suspensión de clases por el COVID-19.

Por ello, también se suspendieron los actos conmemorativos. Fue así que el silencio decretado por una pandemia, impidió escuchar el clamor de la comunidad estudiantil.

Un año antes, en desagravio de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, acudió a las instalaciones del ITESEM, para pedir, a nombre del Gobierno Mexicano, perdón por el asesinato de los estudiantes, y por la forma en que las autoridades del gobierno de Felipe Calderón, mancharon la imagen de las víctimas mortales de la llamada guerra contra el narcotráfico.

Sin embargo, a 11 años de cometidos los crímenes, en los cuales se manipuló la escena donde ocurrió con el fin de simular que los dos estudiantes eran integrantes del crimen organizado y que se habían enfrentado al ejército, siguen sin ser identificados, detenidos ni mucho menos encarcelados, los soldados que dispararon y ya inertes los cuerpos, los golpearon, ni los mandos medios y superiores, como tampoco las autoridades y políticos que permitieron se perpetrara la impunidad.

Aunque el 19 de marzo de 2019 el gobierno de México admitió que Mercado y Arredondo eran inocentes y fueron asesinados, y su honor fue puesto en duda, por lo cual pidió una disculpa pública por estos hechos, se aceptó que los responsables de los hechos no han sido sancionados y hasta ahí.

Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo eran dos ingenieros en mecatrónica, ambos originarios de Saltillo, Coahuila. Mercado cursaba la maestría en Ciencias con especialidad en Sistemas de Manufactura y Arredondo el doctorado en Ciencias de la Ingeniería y se encontraban en la biblioteca de su universidad estudiando.

Ambos eran estudiantes becados en su universidad y con calificaciones de excelencia. Los dos acostumbraban a estudiar hasta tarde en dichas instalaciones.

El 18 de marzo de 2010 por la noche se registró un enfrentamiento armado entre tres camionetas de miembros del crimen organizado y soldados de la Séptima Zona Militar en Nuevo León del Ejército Mexicano así como corporaciones policíacas.

Los hechos ocurrieron luego de que una denuncia anónima permitió que los militares liberaran de una casa en la colonia Colinas de San Jerónimo a dos mujeres que estaban secuestradas.

Los delincuentes responsables de los hechos habrían logrado huir del lugar rompiendo el cerco militar en tres camionetas, una modelo pick up (con las características de una patrulla de la Policía Estatal), una modelo Armada y una marca GMC modelo Yukón GWD 2007, esta última blindada.

La camioneta blindada en su huida chocó con un vehículo militar en el cruce de la avenida Garza Sada y avenida Fernando García Roel, muy próximo a las instalaciones del TEC de Monterrey y a uno de sus accesos. En este punto se registró un nuevo enfrentamiento de entre 30 y 45 minutos en el que los criminales bajaron de la Yukón blindada y dispararon a los militares.

En tanto Jorge Mercado y Javier Arredondo se encontraban dentro del campus. Un profesor de ambos los habría visto a las 22:30 horas en la biblioteca y por investigaciones posteriores se supo que ambos salieron del campus para cenar, y abandonaron las instalaciones a las 0:38 horas del 19 de marzo, y volvieron a entrar y salir por el mismo acceso entre esa hora y las 00:59 mientras ocurría un nuevo enfrentamiento.

Según los peritajes balísticos Jorge recibió seis disparos, dos de los cuales fueron realizados a una distancia corta; en tanto Javier presentó siete heridas también por disparos. Además de los disparos, ambos cuerpos presentaban golpes graves que fueron hechos cuando aún vivían con algún objeto “de bordes lisos”. En dicho proceso fueron desaparecidas sus pertenencias incluidas sus mochilas y sus credenciales del TEC de Monterrey.

Además de los estudiantes, dos ciudadanos más fallecieron en el fuego cruzado a bordo de una camioneta Ford Lobo. Dentro de la confusión de los ciudadanos habrían impactado distintos vehículos como una motocicleta al intentar escapar del sitio del enfrentamiento bajaban hombres armados.

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